ALARIDO
Hablar de Alarido (Antes, Alarido Mongólico) es hacerlo de un par de transgresores de los consensos de comportamiento del pop actual. Marcarras y dulces, grotescos y alucinados, perversos y amorosos, lo suyo es una exaltación del espíritu Muchachada Nui en modo electrónico urbano, donde hip hop, house o bedroom pop contornean y dan ritmo a unas canciones gestadas desde una lírica que abduce todo rastro de normalidad. La misma que nos transporta a un imaginario delirante de sexo chusco, feromonas reptantes, gabber gastronómico y toda clase de estribillos escupidos con la frescura de los primeros Beastie Boys y la puntería de quien hace todo acto creativo desde el burbujeo de la excitación sin filtros.