NIÑOS DEL CERRO
Desde que los argentinos Jaime Sin Tierra irrumpieron hace dos décadas, escapar del cinturón anglosajón indie se ha convertido en un deporte ciertamente enriquecedor. La posibilidad de toparse con sonidos fuera de su órbita habitual se hace también presente bajo el aura andina que fluye en las canciones de Niños del Cerro, la enésima prueba de que en Chile se ha abierto una veta que, a cada año que pasa, se agranda más. Una jugosa certificación de esta realidad es “Lance”, donde todo lo apuntado en su álbum de debut ha sido realzado en un sembrado ajuar melódico que danza entre guitarras ligeras como el aire y un surtido hipnótico de pinceladas al viento.
Los de Santiago de Chile se mueven dentro de una selva donde el gorjeo de pájaros es la antesala de explosiones melódicas dignas de los Animal Collective más inspirados. Casi un milagro a través del que poder entrever pliegues sonoros aún por descubrir y armonías dream pop andinas que evaden filtros referenciales con pasmosa facilidad y los consagran como estimulante rara avis de nuestro ecosistema pop.