SOMOS LA HERENCIA
Son tiempos especialmente enrarecidos, oscuros en muchos sentidos, en los que la displicencia, la censura y la violencia gobiernan muchos aspectos de nuestras vidas. Sin embargo, los sonidos que reinan prácticamente en todos los frentes de la música contemporánea no representan la sórdida atmósfera actual. Hasta ahora. Los madrileños Somos la Herencia, uno de los secretos a voces mejor guardados del underground estatal, debutan con “Dolo” (Humo Internacional, 2020), un devocionario sonoro que está llamado a ser la banda sonora de una época. Duros como un bocadillo de adoquines; cantando a la pena, a los pesares y a la crudeza y con un empaque tan agresivo como oscuro, se sitúan a medio camino entre la urgencia del post-punk, la electrónica contemporánea más experimental, la dark-wave más atmosférica, el witch house de vocación más pop y una suerte de hipnosis rock. A caballo entre la performance y el ritual, consiguen hacer rock desde los cables y electrónica experimental desde la cultura rock, acercándose a un marco tan minimalista desde el diseño sonoro, como maximalista desde la abrasión punk.